El sector del libro pide celeridad en la tramitación de la LES para evitar una "sangría" como en la música y cine

Actualizado: viernes, 4 junio 2010 15:41


MADRID, 4 Jun. (EUROPA PRESS) -

Editores y escritores alertaron este miércoles de que el sector del libro corre el riesgo de sufrir una "sangría" similar a la de la industria de la música, el cine y los videojuegos si el Gobierno "no coge el toro por los cuernos" ante el problema de la piratería organizada en Internet. Así, denunciaron que la falta de leyes y la "lamentable" prórroga en el Congreso de la tramitación de la Ley de Economía Sostenible (LES) ha hecho que España se convierta en el "paraíso mundial de la piratería".

Antonio María Ávila, director ejecutivo de la Federación de Gremios de Editores (FGEE); Aldo Olcese, presidente de la Coalición de Creadores; y el escritor Andrés Trapiello, participaron hoy, en el marco de la Feria del Libro de Madrid, en una mesa redonda sobre 'El libro y la piratería digital', presidida por el máximo responsable del Centro Español de Derechos Reprográficos (CEDRO), Juan Mollá.

Olcese recordó que si bien en música la piratería alcanza una tasa del 95 por ciento; en el cine, del 85 por ciento; y en el videojuego, del 50 por ciento; en el caso del libro "es más distinto", ya que no llega al 20 por ciento, si bien subrayó que el sector editorial "también está sometido a un grave peligro". "Si no se hace nada, llegará a cifras de la música, el cine y los videojuegos", alertó.

Tras recordar que el sector del libro llega a la era digital en el "momento oportuno", a la espera de que se dé luz verde a la LES, precisó que el periodo de tramitación parlamentaria es "lamentable", ya que va por la "quinta prórroga del periodo de enmiendas, mientras el sector se desangra".

PIRATERÍA ORGANIZADA

No obstante, no quiso restar importancia a que el sector de la cultura haya conseguido que el Gobierno vaya a "atacar a la piratería organizada, como se hizo con la droga" y no a los usuarios (como ha ocurrido en Francia o Reino Unido con los cortes) que, en definitiva, "son nuestros clientes".

Olcese dijo que Internet es "un mercado libre" ("de ahí su mayor atractivo") pero que no debe llegar al "libertinaje". "Actualmente no hay reglas en el ciberespacio y España se ha convertido en el paraíso de la piratería mundial", subrayó. "Tenemos la tecnología más moderna y legislación 'cero'", prosiguió, denunciando que en España ningún Gobierno ha tenido "el valor de coger el toro por los cuernos".

"Llevamos seis años de dura lucha y espero que con la llegada de la LES se beneficie el sector del libro", dijo, apuntando que cuando se apruebe la LES "se podrán cerrar 200 páginas ilegales, lo que supone el 80 por ciento de la piratería".

ORDEN DE ALEJAMIENTO

En representación de los autores que ven "sistemáticamente pirateados" sus libros, el escritor Andrés Trapiello propuso que se cambie la palabra piratería, que tiene "un halo romántico y evoca a los que roban a los ricos", por las palabras "delincuencia o saqueo".

"La vida de un autor es la vida de sus derechos", enfatizó, considerando que los escritores están sufriendo "una violencia de género literario". "Esperamos que la LES ponga en práctica la orden de alejamiento", dijo, recordando a todos aquellos que "desprecian la ley y la obra de un creador" que muchos autores "viven mal de su trabajo y sufren un mal irreversible". "Como dijo Lola Flores, 'si me queréis, irse'", invitó a los "maltratadores" del libro.

Por su parte, Antonio María Ávila pidió "un mínimo de respeto" hacia una industria que representa el 3,8 por ciento del PIB. "La protección es fundamental para las más de 700.000 personas que trabajan en las industrias culturales", afirmó, apuntando que la situación de España como "cuna de la piratería" se debe a una "situación inducida".

"A las compañías no les importa si el tráfico es legal o ilegal y también dicen que la cultura debe ser gratis, pero lo de ellos no es gratis", criticó, alertando de la "presión internacional" que señala a España "con el dedo, porque no está cumpliendo".

Para Juan Mollá, que hasta los títulos literarios que todavía no han salido al mercado estén en la Red, muestra "una realidad". "Las medidas legales y judiciales son necesarias, pero no suficientes", alertó, apostando por una "oferta legal de contenidos" y por "formar a la sociedad" para reducir la piratería. Se trata, resumió, de que "no se ponga en cuestión el pago" de los contenidos culturales.