MADRID, 19 Feb. (Eduardo Blanco/Portaltic) -
La reciente polémica surgida a raíz de la suplantación de identidad en Twitter del presidente de la Sociedad General de Autores SGAE, Teddy Bautista, sirve para recordar que ésta no es la primera vez que surge una situación de este tipo en las redes sociales. De hecho, es más habitual de lo que parece y, en muchas ocasiones, incluso los falsos usuarios se mantienen en la Red por un largo periodo de tiempo.
Las suplantaciones de identidad en la Red a través de un perfil propio no están tipificadas como delito en el código penal, aunque para el director de la Agencia de Protección de Datos (AEPD), Artemi Rallo, resulta "evidente que podrían tener dimensión penal". No obstante, recuerda que, para ello, sería necesario adaptar el código a las actuaciones de este tipo en Internet --que sí están penadas fuera de los dominios web--.
Protección de Datos recibió el año pasado un total de 31 denuncias relativas a las redes sociales, aunque la mayoría de ellas aludían a la utilización de imágenes acompañadas de comentarios vejatorios. "Sí hay algunos casos de suplantación de identidad, pero son pocos", matiza Rallo a 'Portaltic.es'.
Estos casos están pendientes de resolución y, si bien no hay una experiencia previa, Rallo considera que estas situaciones son "bastante trasladables" a la sentencia que sancionaba con 1.500 euros a los usuarios que 'colgaron' vejaciones en Youtube. No obstante, matiza que en el apartado económico podría variar en función de varios criterios de la agencia.
'IMPOSTORES' EN TWITTER
El propio Bautista ya tuvo una experiencia similar recientemente, cuando alguien habló en su nombre en la citada red de 'microblogging'. Sin embargo, en aquella ocasión la aventura sólo duró un día, a diferencia del actual 'impostor' --que ha estado tres días vigente--.
El experto en nuevas tecnologías Enrique Dans, profesor del IE Business School, también se ha visto perjudicado por esta 'moda'. En el espacio 'http://twitter.com/Edance', una persona actualiza con asiduidad el espacio con comentarios ridículos acerca de los avances en tecnología, bajo el nombre de 'Enrique Dance'.
Dans explica a 'Portaltic.es' que no se trata de la única cuenta que utiliza su nombre en Twitter, aunque asegura que lo mejor en estos casos no es ponerlo en conocimiento de los administradores, sino "pasar".
"Tuve una experiencia desagradable con una cuenta bastante molesta que, en un principio, me daba bastante igual, pero pasado un año empezó a insultarme e incluso insinuaba que era pederasta", señaló. A raíz de estos incidentes, decidió ponerlo en conocimiento de Twitter quien, según la versión de Dans, no solucionó el problema. "Permitían seguir al usuario pero con otro nombre. Parecía que me había convertido en censor y decidí pasar", afirma.
No es una situación que únicamente se produzca en nuestras fronteras. Apple, que ha rehusado hasta el momento contar con una cuenta en Twitter, vio cómo otro usuario abría una con centenares de seguidores y un sólo 'tweet': 'I love Apple'. No obstante, hace unas semanas fue cerrada sin aviso previo, lo que fue interpretado por varios expertos como un movimiento de la compañía para abrir su propio espacio.
El filósofo alemán Jürgen Habermas --o mejor dicho, su suplantador de identidad-- consiguió reunir a 6.000 seguidores en tan sólo un día tras el anuncio de la apertura de su cuenta hecho por el director del diario británico 'The Guardian'.
'TUENTI' Y MARTA DEL CASTILLO
Por su parte, Tuenti es otras de las redes que no se libra de la invasión de identidades falsas. El caso más sonado fue el de uno de los jóvenes presuntamente implicados en el asesinato de Marta del Castillo, Samuel Benítez.
En aquella ocasión, los medios de comunicación se hicieron eco del supuesto perfil del joven cuando en realidad era falso. Los responsables de la red social estudiaron el caso y en apenas 24 horas eliminaron la página.
Para Ícaro Moyano, responsable de comunicación de Tuenti, las suplantaciones de identidad es un "fenómeno contra el que se irán sistematizando las respuestas poco a poco". A su entender, la solución para este problema no está tanto en crear una nueva regulación para Internet, sino en la "autorregulación" de las empresas.
"Puedo entender la relativa gracia que supone para el suplantador este acto, pero la obligación de las redes sociales es la de ofrecer soluciones rápidas a los ciudadanos perjudicados", concluye en declaraciones a 'Portaltic.es'.
Entre otros casos curiosos relativos a los perfiles falsos en Tuenti está el de la presidenta de la comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre. Desde la web de los 'populares' madrileños se denunció la eliminación de su perfil por parte de los administradores, alegando éstos que podría ser falso o con contenidos "imapropiados", versión desmentida por el PP.
